Soltec Team Costa Cálida, hemos pasado estos días mala racha con caídas y un atropello, pero ves cómo nuestras ciclistas que son unas guerras, saben salir de esos días malos que te otorga el ciclismo.
Cuando hay caídas en competiciones, todos los coches de carrera son informados por radio vuelta, y se crea un estado de estrés entre directores y mecánicos y coches cruzados que no se puede describir, en realidad es la otra competición que no vemos en TV, cuando llegas al lugar de la caída y no ves a tus corredoras, “RESPIRAS” pero a la vez te quedas preocupado por las chicas del equipo rival, en fondo somos todos una familia.
Cuando llegas a una caída y realmente es solo chapa y pintura, te relajas e intentas meter a la corredora en el pelotón, pero cuando la caída es más grave, no saber cómo actuar, mención especial que tenemos siempre a los médicos en carrera y son nuestros ángeles de la guarda, pero nunca le damos ese giño por su labor, con este post quiero en nombre de todos los equipos darles las GRACIAS.
La desolación puede ser experimentada por los ciclistas después de una caída significativa o cuando se ven obligados a abandonar una competición debido a lesiones. La desolación puede estar relacionada con la pérdida de la oportunidad de alcanzar un objetivo personal, la frustración por el tiempo y el esfuerzo invertidos en el entrenamiento que parecen desperdiciados, o la preocupación por la recuperación y la posibilidad de volver a competir en el futuro.
Es importante destacar que, aunque las caídas y la desolación son parte del ciclismo, los ciclistas suelen ser personas resilientes y determinadas. A menudo, encuentran la fuerza para superar estas adversidades y continúan su competición a pesar del dolor, ya sea a través de la recuperación física, el apoyo emocional o la adaptación de sus metas y objetivos.