MIL SEISCIENTOS CINCUENTA DOS EUROS A FAVOR DE LAS VÍCTIMAS DE ACCIDENTES DE TRÁFICO

Juan Grabiel y Paco Pantoja dos cordobeses comprometidos con las víctimas de accidentes de tráfico, un gesto que dice mucho de su calidad humana.

CRÓNICA EVERESTING CHALLENGE

LOS PEDROCHES Después de estar mirando el tiempo durante toda la semana, la cosa no pintaba muy bien, aire, bajada drástica de las temperaturas… el cuerpo malo, pensando en aplazar a otro finde o adelantarlo al Jueves antes de que entrara el temporal, finalmente nos esperamos y vimos que podíamos hacerlo el Sábado aunque el día no pintara del todo bien. Salimos de Hinojosa a las 03:00 de la mañana dirección a la subida “El Caballón” a unos 60km de distancia de Hinojosa con 30km de carretera de sierra, curvas y más curvas, subir y bajar. De camino allí, veíamos los árboles moverse por el aire y los dos nos mirábamos un poco descompuestos, pero dijimos: Esto ya no tiene marcha atrás, mejor no miramos los árboles, jajajajja Llegamos a la parte baja del Caballón, justo al pasar el puente sobre el río Cuzna, allí dejamos el coche, nuestro campo base y desde allí, nuestra aventura. Eran las 04:00 de la madrugada aproximadamente y comenzamos a preparar todo el material, bicis, comida, hidratación, focos iluminación en las bicis y sorprendentemente, nada de aire, algo de frío pero todo en calma y tranquilo. Comenzamos el reto a las 04:37 exactamente según marca el Garmín. Empezamos a subir con mucha ilusión y concentrados en los que teníamos por delante, nuestra pregunta era como estaría la cosa de aire más arriba, porque en la parte baja no se notaba mucho. Pues lo comprobamos rápidamente al pasar de la mitad de la subida aproximadamente, bastante aire. De 6k de subida, íbamos a tener aproximadamente la mitad con aire racheado importante entre 20-30kmh durante todo el día, acentuado aún más a partir del mediodía y hasta finales de la tarde cuando se echó un poco. Nuestra planificación era parar 10min cada 4 subidas y cada subida y bajada nos llevaba unos 40min, por lo que cada 2h40min nos tocaba “descansar”, lo de descansar es por decir algo, mejor decir que nos tocaba parar de subir. Durante 10min de parada no te daba tiempo a casi nada. Rellena botes de agua e isotónico, come sólido, quitarte ropa o ponerte, etc… Las primeras 4 subidas las hicimos de noche con los focos y solos. Ya cuando nos paramos por primera vez, nos estaban esperando unos amigos de Hinojosa para comenzar a subir con nosotros. Con ellos ya hicimos otras 4 subidas hasta la siguiente parada. Estas subidas se nos pasaron rápidamente, ya que íbamos más distraídos hablando y riendo con ellos. Eran aproximadamente las 10 de la mañana cuando terminamos la subida 8 y nos tocaba de nuevo descansar. El día estaba bastante bueno si no fuera por el aire que hacía, algo de frío, pero con sol que calentaba bien subiendo aunque en las bajadas a grandes velocidades pues te quedabas algo frío. A mitad de mañana comenzaron a llegar ciclistas de todos los sitios. Un grupo bastante grande de Pozoblanco que nos acompañó una subida, luego llegó otro grupo de Villanueva de Córdoba, que nos acompañó en otra. Un amigo y conocido del triatlón hizo con nosotros 5 subidas en un momento importante, entre la subida 9 y la 14, en el ecuador de la prueba y también durante algunas de esas subidas nos acompañó el fisio de Paco, Mateo de Fisiniesma. Empresa que se ofreció a colaborar en el reto aportando esa recuperación muscular que nos vino genial a mitad de prueba. Nos puso las piernas en marcha para otras tantas subidas y encima subió 3 veces con nosotros, todo un crack. También a mitad de mañana llegó Rocío, mí novia, mujer aunque no estemos casados jajajaja… ella se encargaba de montar todo el campo base: lona publicitaria con los sponsor, mesa con la alimentación, hidratación, estaba de fotógrafa, etc… y poco después, para el mediodía llegaban unos amigos y familiares que la acompañarían y nos animarían ya durante todo lo que quedaba de reto. Cada vez que llegábamos abajo para comenzar otra subida, era un subidón, con los aplausos y gritos de ánimo. Se portaron genial porque cuando parábamos ellos nos lo hacían todo, llenar botes, preparar comida, poner las bicis en los soportes, etc… Una gran ayuda. Paco y yo íbamos hablando de cómo nos encontrábamos físicamente y mentalmente y hasta mitad de del reto todo iba según lo programado, pero lo peor quedaba por llegar. A partir de la subida 12-13 Paco comenzaba a sufrir y se notaba en el ritmo de subida, ya no salían los números y el objetivo de bajar de las 14h se comenzaba a esfumar. Hicimos casi todas las subidas juntos, pero no todas. Durante tantas horas, te da tiempo de pensar en muchas cosas y también necesitábamos nuestro rato de soledad, disfrutar de subir solos, que también es algo increíble cuando estás en esos límites físicos. Subes pensando en todo lo que has realizado para llegar hasta ese día, hasta esas últimas subidas, todo el esfuerzo que hay detrás, no solo de ese día, de meses atrás. Es algo indescriptible. Pero lo importante es que el cuerpo aguantó, que la cabeza hizo su trabajo y todo salió bien, sin averías mecánicas, sin problemas físicos de ningún tipo. Nuestra última subida ya la hicimos bastante relajados. Durante buena parte de la subida nos acompañaron unos amigos que retransmitieron en directo para Facebook. Y ya terminamos coronando la subida 20 poco antes de las 20:00 anocheciendo. Nos abrazamos y felicitamos y rápidamente bajamos ya con los focos de nuevo encendidos. Bajamos con mucho frío pero deseando de ver a la gente que tanto nos había apoyado y animado. Y abajo ya es cuando pudimos disfrutar de lo logrado. Una experiencia increíble.